sábado, 4 de enero de 2014

Hans Bellmer



Hans Bellmer, autor y fotógrafo polaco nacido en Katowice en 1902, desarrolló su trabajo en Berlín, y tras ser rechazado por el III Reich (que calificaba su arte de degenerado) se trasladó en 1938 a París, donde murió el 23 de febrero de 1975.

Cuando los nazis llegaron al poder en Alemania, en 1933, Bellmer dirigió su trabajo a la provocación de la población con la idea de influir en su ‘despertar’. Es en Alemania donde confeccionó su obra más conocida: la Muñeca. Se trata de una escultura que representa a tamaño casi real (1,40 m.) a una muchacha desnuda y con calcetines, bajo la apariencia de una muñeca infantil, que consta de cuatro piernas y numerosas articulaciones para un único torso de mujer adulta. Es un objeto con pretensiones eróticas, mediante la cual Bellmer intenta describir una mecánica del deseo y desenmascarar el inconsciente psíquico que nos gobierna. La escultura es también una denuncia del culto al cuerpo perfecto de moda en la Alemania nazi.





En París fue acogido por los surrealistas, que reconocían en su Muñeca y en sus fotografías una nueva manera de abrir el espíritu de la sociedad a sus fantasmas inconscientes y de obligar al espectador a interrogarse sobre los sentimientos producidos en él por la obra de arte y sobre las relaciones con su propio cuerpo y todo lo que ello conlleva de hipocresía o de complejo. Aunque podemos catalogar su trabajo dentro de las vanguardias, debido a su carácter transgresor, premeditado y provocador en el que prevalece la idea de lo anestético como reivindicación.

Además de la Muñeca (su obra más innovadora y conocida) continuó su trabajo sobre el erotismo, que consta de gran cantidad de dibujos y fotografías de esculturas-objeto.














Podemos observar la influencia de Bellmer en artistas posteriores como Cindy Sherman, que trabajará también una referencia a la mujer como objeto.





Ana Manuela Bañares Palacios

viernes, 3 de enero de 2014

"Exportación y ahorro", por Elena Vozmediano.



Elena Vozmediano hace, en un ‘número-repaso’ de El Cultural del recién despedido año 2013, llamado ‘Especial: Lo mejor del año’ una breve y concisa puesta sobre la mesa del panorama artístico actual en España. Con el título “Exportación y ahorro” hace referencia al ya recurrente tema de la crisis que sufre el país (no tanto económica como general, y particularmente de interés en nuestro caso la crisis cultural), y al popular sentimiento de huida general que esta produce, tal vez no tanto en la práctica (al menos por el momento) como en la teoría. Y lo relaciona con el mundo de las artes visuales y los cambios que estas están sufriendo dentro de España en los últimos años, ejemplificando todo esto con datos concretos del 2013 a nivel nacional.

[Cabe decir que, aunque el artículo no está directamente relacionado con la temática de la sexualidad que impera este blog, sí que me parece de interés tanto para este como para cualquier otro, sea el que sea el tema tratado en él, dado que la situación que vive el arte en un país influye en todas las prácticas, así como en tales prácticas influyen las transformaciones dadas en dicho panorama.]

El artículo viene ilustrado con una obra de Yoko Ono titulada ‘Pintura en tres estrofas’, realizada entre 1961 y 1990. Tras leer el artículo completo, descubro que la relación que este guarda con dicha obra reside en el título, con el cual establece un paralelismo en cuanto a la estructura tripartita en la que Elena Vozmediano presenta sus argumentos acerca de los cambios que podemos observar en cuanto al arte en España. El primero de las tres nuevas situaciones a las que hace referencia la autora, en este caso en tono optimista y positivo, es la organización que por sí mismos llevan a cabo los jóvenes artistas en vistas del continuo cierre de los pequeños centros de arte que antes los acogían. Esta situación es, en estos tiempos en los que no podemos hablar de progreso, en cierto modo alentadora, ya que como dice Vozmediano “no podemos someternos, sin más, a la deriva”. Ahora más que nunca, ahora que se reducen las becas, las ayudas y los premios,  se necesitan formas innovadoras de crear asociación y de darse a conocer a través de colectivos autogestionados. Cita como ejemplo de estos nuevos colectivos de jóvenes el Taller Omnívoros en Madrid.
El segundo rango de cambios que valora Elena Vozmediano se centra en una cuestión más directamente económica, como la exportación de arte a la que se ven obligados tanto museos como galerías. Estas viven de las ventas internacionales, incluso abriendo sucursales en el exterior (p.ej. Travesía 4, en Guadalajara, México) y los museos exponen sus colecciones en el extranjero (p.ej. el Prado en Houston y Lisboa) para redondear sus ingresos. También observamos efectos económicos directos en la oferta expositiva, siendo más rentables las exposiciones de colecciones particulares (p.ej. Helga de Alvear en CentroCentro, y Patricia Phelps de Cisneros en el Reina Sofía). La subida de precios de las exposiciones es un hecho generalizado, y dado que el público es más importante que nunca, las instituciones se centran en importantes y llamativas campañas que difunden a través de las redes sociales, el método de difusión más efectivo y a la vez económico al que se pueden agarrar (y personalmente opino que lo aprovechan de forma inteligente y efectiva).
Por último, la autora del artículo ataca las políticas culturales de España, a las cuales tacha de no estar por ningún lado a la altura de las necesidades del sector y de ahogar los fines que administran mediante, por ejemplo, la subida del IVA cultural del 8 al 21%, o la todavía inexistente Ley de Mecenazgo. Hace referencia también a las malas prácticas que caracterizan el ámbito político del país.
Acaba el artículo haciendo una lista de las exposiciones más exitosas y los nombres más significativos del ámbito artístico durante 2013, encabezando la lista Dalí (con su exposición en el Reina Sofía, que acogió a 720.000 visitantes aproximadamente).

            Tenemos entonces, como ya decía en la introducción, un breve y conciso repaso por las situaciones, cambios y sucesos en cuanto al mundo del arte en España, a través del cual (y sin profundizar en ninguno de los aspectos planteados) podemos reflexionar sobre el actual funcionamiento y dirección de las exposiciones, el mercado y las políticas nacionales. La autora invita a una reflexión y autocrítica en la que cabe plantearse, cuando menos, qué es lo que esperamos, en qué dirección queremos avanzar y qué está y no está en nuestras manos cambiar y/o mejorar. 




Ana Manuela Bañares Palacios.